viernes, 24 de junio de 2011

Si me necesitas te espero hasta que llegues.
















Ella impaciente,
como mariposa volando
como el agua de un torrente
como el sol despuntando



Paciente él, sosegado,
como el viento acariciando
como un río calmado
como el sol calentando.


De ella y de él
del torrente y el viento
de la urgencia enamorada
de la pausa deseada



-¡Te necesito ya!
-¡Te espero hasta que llegues!

Entre la impaciencia y la calma

ven que yo voy

busquemos un punto

en que unir nuestras manos.



2 comentarios:

  1. Entre la paciencia y la impaciencia se gesta el deseo adormecido en la despedida; despertando en el reencuentro de forma apasionada, sin importar el tiempo que haya transcurrido. Muy chula la entrada. Un saludo

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  2. Paciencia e impaciencia, por separado polos opuestos, pero juntos son la mezcla perfecta, besos

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