Ella impaciente,
como mariposa volando
como el agua de un torrente
como el sol despuntando
Paciente él, sosegado,
como el viento acariciando
como el viento acariciando
como un río calmado
como el sol calentando.
De ella y de él
del torrente y el viento
de la urgencia enamorada
de la pausa deseada
-¡Te necesito ya!
-¡Te espero hasta que llegues!
Entre la impaciencia y la calma
ven que yo voy
busquemos un punto
en que unir nuestras manos.
Entre la paciencia y la impaciencia se gesta el deseo adormecido en la despedida; despertando en el reencuentro de forma apasionada, sin importar el tiempo que haya transcurrido. Muy chula la entrada. Un saludo
ResponderEliminarPaciencia e impaciencia, por separado polos opuestos, pero juntos son la mezcla perfecta, besos
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