Cuenta la leyenda, que si le susurras a una mariposa tus deseos y después la sueltas, como no emite ningún sonido no revelará tus confidencias a nadie, sin embargo, conectará con la naturaleza y al liberarla, volará para hacértelos realidad.
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Hace 11 horas
De pequeña un día me atreví a tocar una mariposa, me asusté y la apreté en mi mano sin querer, pretendía después que volara pero me resultó imposible. Mis lagrimas no cesaban porque mi intención nunca fué la de hacerle daño y aquello marcó un antes y un después en mi forma de ver lo que la naturaleza nos ha dado sin esperar nada a cambio, más que el respeto por lo que nos rodea. Eso sí capturarlas con mi cámara de fotos es algo que me apasiona. La próxima vez que vea una mariposa antes de marchar le diré muy bajito mis deseos, eso sí sin tocarla.
ResponderEliminarLe contaré mis deseos a una mariposa...
ResponderEliminarB.azul
¡Que belleza de fotografía! Yo tambien pediré un deseo cuando encuentre una mariposita.
ResponderEliminarEs una gozada mojarse y saltar contigo en este mundo que nos has puesto tan cerquita. Gracias aquilino por compartir esa belleza que eres capaz de apreciar
ResponderEliminarEsa princesita voló y voló hasta encontrarte, llegó a ti con un deseo que alguien le susurró y de ahí la belleza de tal imagen.
ResponderEliminarEnhorabuena Kili, desde luego es una gozada ser un saltarrios.