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Estoy aprendiendo a volar, o al menos lo intento. Quiero decir que desde hace un tiempo, no mucho, intento volar por encima de las cosas que no tienen importancia, sobrevolar lo irrelevante y lo superficial, los problemas tontos o las discusiones intrascendentes.
Se trata de darle a las cosas solo el valor que realmente tienen, ni más ni menos, dar una justa medida y actuar en consecuencia. Esto lo podemos aplicar a toda nuestra vida, a nuestras situaciones personales o colectivas y en nuestras relaciones con los demás, ya sean amigos o pareja. Porque además con alguien al lado se vuela mejor, se disfruta más la vista, se comparte, y todo lo que se comparte es más valioso.
Se trata de darle a las cosas solo el valor que realmente tienen, ni más ni menos, dar una justa medida y actuar en consecuencia. Esto lo podemos aplicar a toda nuestra vida, a nuestras situaciones personales o colectivas y en nuestras relaciones con los demás, ya sean amigos o pareja. Porque además con alguien al lado se vuela mejor, se disfruta más la vista, se comparte, y todo lo que se comparte es más valioso.
Volemos por encima de las tonterias.
Buena idea Aquilino, hay que pasar por encima de los malos rollos y las tonterias. Todos deberiamos aprender a volar así.
ResponderEliminarfántastico planteamiento¡¡¡
ResponderEliminara mí me cuesta separar lo esencial de lo accesorio, lo importante de lo precindible...
y lo de volar por encima viene genial para despejar la vista¡¡¡
saludos
Volemos, volemos. Que a fin de cuentas esos vuelos son los que realmente nos aportan esos momentos que necesitamos para sacar de la vida lo que realmente suma y sigue. Gracias por tu sugerencia Kili, de una u otra forma, siempre he intentado llevarla a cabo.
ResponderEliminarVuelos rasantes, vuelos medios y vuelos altos. Tratando siempre de esquivar, esas situaciones ridiculas y sin fundamento que pueden estropear una relación sea del tipo que sea. Buena reflexion o pensamiento. Un saludo Kili
ResponderEliminarUna buena reflexión Kili, reflexión por otra parte que solemos hacer cuando la vida nos dá un revés: económico, enfermedad nuestra ó peor aún de los nuestros, la edad también suele ponerte en un mirador en el cual vés la verdadera importancia de muchas cosas. No esperemos a éstas situaciones, el ver amanecer cada día en libertad ya es el mejor de los vuelos que nos brinda la vida, no lo desaproveches.
ResponderEliminarme encantaria saber volar, muy, muy, muy alto...
ResponderEliminarMuy alto amigo mio, solo así seremos capaces de distinguir lo que merece la pena de verdad, a la hora de posarnos. Un saludo
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