Nada es más grande ni más humano que lo que siento por ti, nada tiene ese tamaño, ni el universo expandido, ni un átomo reventado. Todo es simple, pequeño y enorme, sin importancia alguna, nada es comparable al deseo atroz que me consume y que al tiempo revitaliza mis sentidos, el deseo de compartir contigo el resto, el tiempo de prórroga, la recuperación de miles de días perdidos.
Te odio, sabes que te odio, porque si algún día me faltas, me pasaré la vida intentando encontrar a alguien como tú, sabiendo que es una quimera, conociendo la inutilidad de mi búsqueda, sabiendo que no encontraré. Por eso te odio, imagina pues, cuanto te quiero.
Te odio, sabes que te odio, porque si algún día me faltas, me pasaré la vida intentando encontrar a alguien como tú, sabiendo que es una quimera, conociendo la inutilidad de mi búsqueda, sabiendo que no encontraré. Por eso te odio, imagina pues, cuanto te quiero.
¡Aire nena! ¡hay lo llevas!, el gachó dice que te odia.
ResponderEliminarCuando se odia por poder perderla, amarla debe ser la pasión llevada al extremo. Precioso Aquilino, una manifestación de amor en toda regla.
ResponderEliminarSin palabras....tu te las has llevado todas.
ResponderEliminarUnas veces nos acaricias con imagenes... otras con letras... pero lo de hoy va directo al corazón.